miércoles, 18 de enero de 2017

PROGRAMA DE RADIO SOBRE LA JORNADA MUNDIAL DE EMIGRANTES Y REFUGIADOS

El pasado 15 de enero, la Iglesia ha celebrado la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, que este año ha estado dedicado a los niños que se ven obligados a migrar, las principales víctimas. La diócesis ha preparado varias actividades con el objetivo de concienciar sobre la situación que viven miles de personas forzadas a dejar sus hogares. Por este motivo, el lema elegido para esta edición es «Menores migrantes, vulnerables y sin voz. Retos y esperanzas».
Y es que los perjudiciales efectos de la migración en los niños que se han visto obligados a huir de su tierra con sus familias son cada vez más numerosas, convirtiéndose de manera habitual en víctimas de graves violaciones de los derechos humanos: pobreza, hambre, condiciones de vida insalubres, explotación sexual o laboral, violencia, etc.
Además, ante este fenómeno migratorio y el perjuicio que supone para tantos menores, se observa con preocupación tanto la indiferencia de muchos ciudadanos como el peligro de síndrome de fatiga ante una emergencia que no cesa pues numerosos intereses impiden que se actúe. 
 
 

domingo, 15 de enero de 2017

15 DE ENERO. JORNADA MUNDIAL DE LAS MIGRACIONES

Hoy 15 de enero, la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, que este año estará dedicada a los niños que se ven obligados a migrar, las principales víctimas. La diócesis prepara varias actividades con el objetivo de concienciar sobre la situación que viven miles de personas forzadas a dejar sus hogares. Por este motivo, el lema elegido para esta edición es «Menores migrantes, vulnerables y sin voz».

 Y es que los perjudiciales efectos de la migración en los niños que se han visto obligados a huir de su tierra con sus familias son cada vez más numerosas, convirtiéndose de manera habitual en víctimas de graves violaciones de los derechos humanos: pobreza, hambre, condiciones de vida insalubres, explotación sexual o laboral, violencia, etc.

Según declara el papa Francisco en su mensaje dirigido a esta jornada, la edad infantil, por su particular fragilidad, tiene unas exigencias únicas e irrenunciables. En primer lugar, el derecho a un ambiente familiar sano y seguro donde se pueda crecer bajo la guía y el ejemplo de un padre y una madre; además, el derecho y deber de recibir una educación adecuada, sobre todo en la familia y también en la escuela, donde los niños puedan crecer como personas y protagonistas de su propio futuro y del respectivo país. «De hecho, en muchas partes del mundo, leer, escribir y hacer cálculos elementales sigue siendo privilegio de unos pocos. Todos los niños tienen derecho a jugar y a realizar actividades recreativas, tienen derecho en definitiva a ser niños», indica el Santo padre en su misiva.

Sin embargo, los niños constituyen el grupo más vulnerable entre los emigrantes, porque, mientras se asoman a la vida, son invisibles y no tienen voz: la precariedad los priva de documentos, ocultándolos a los ojos del mundo; la ausencia de adultos que los acompañen impide que su voz se alce y sea escuchada. De ese modo, los niños emigrantes acaban fácilmente en lo más bajo de la degradación humana, donde la ilegalidad y la violencia queman en un instante el futuro de muchos inocentes, creándose una red de abusos a los menores que resulta difícil de romper.

Además, ante este fenómeno migratorio y el perjuicio que supone para tantos menores, el Papa observa con preocupación tanto la indiferencia de muchos ciudadanos como el peligro de síndrome de fatiga ante una emergencia que no cesa pues numerosos intereses impiden que se actúe. 
 
En la Eucaristía de hoy, el Coro "Puri Pedreño" de la Iglesia San José Artesano de San Fernando cantaba la canción "SÓLO UN POCO MÁS AL NORTE", escrita por el componente del grupo Agustín González.